Si trabajas desde casa, es momento de replantearte qué tan cómoda es tu “nueva oficina”. Adaptar un espacio para cumplir con las responsabilidades laborales, es la mejor forma de retomar viejas rutinas. Ayuda con el rendimiento personal, reduce malestares de espalda y mejora el estado de ánimo.
A continuación te explicamos qué debes tener en cuenta para transformar un espacio cualquiera en un área de trabajo ergonómica y organizada.
Elige un espacio
Primero lo primero, elige un espacio de tu casa. Puede ser en tu habitación, sala o cualquier otro rincón que esté apartado del resto de las personas que viven contigo. Es importante que este lugar sea tranquilo y tenga el espacio suficiente para colocar un escritorio y una silla.
Evita en lo posible áreas concurridas, especialmente si vives con niños. Asimismo, conversa con tus compañeros de domicilio o familiares, explícales tu horario laboral y pídeles la mayor colaboración.
Buena iluminación
Es muy importante que cuentes con buena iluminación. Acerca tu escritorio lo más posible a una ventana. Si no cuentas con ninguna, considera adquirir una lámpara de escritorio. Es importante que no fuerces la vista o podrías desarrollar dolores de cabeza con el paso del tiempo.
Comodidad y ergonomía
El siguiente paso es acomodar tu espacio de trabajo y adaptarlo a tu estilo. Puedes adquirir una pizarra acrílica o de corcho para organizarte mejor y algunos elementos naturales como plantas o flores para relajar el ambiente.
En lo que se refiere a muebles, necesitarás una mesa cuya altura no sobrepase tu pecho al estar sentado. Y una silla de espaldar alto, ergonómica, que te permita apoyar los pies en el suelo y quedar con la vista justo hacia el monitor de tu computadora sin tener que bajar ni alzar el cuello.
Tus brazos deben poder apoyarse sobre la mesa, formando un ángulo de 90° con tus codos. Y tu espalda siempre debe mantenerse recta.
El secreto para reducir dolores de espalda, cuello, tensiones y estrés, es contar con un espacio de trabajo cómodo y ergonómico. Esto mejorará tu estado de ánimo e incidirá positivamente en tu productividad.
Organización
Finalmente, el secreto de un día de trabajo exitoso es la organización. Sigue estos consejos y notarás cómo en menos de una semana tus hábitos habrán mejorado y el tiempo te alcanzará para todo.
- Levántate temprano y toma desayuno. Recupera tus viejos hábitos.
- Dúchate y cámbiate la pijama.
- Haz una lista con tus responsabilidades del día, de este modo podrás cumplir con todo.
- Ordena tu área de trabajo: escritorio organizado, mente organizada.
- No hagas labores del hogar en tu horario de trabajo.
- Toma al menos una hora de descanso antes de terminar tu jornada del día.
- Evita conectarte a redes sociales que puedan distraerte y retrasarte.